Monólogo de Hernando de Soto sobre el adelanto de elecciones ft. Bad Bunny
*Relato de ficción*
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Todo tiene su final, todo expira
Tú eres pasado y el pasado nunca vira
(Para mayor precisión, click aquí)
La última vez que fui a ese accidente en mi vida llamado Perú fue un horror, darling, todos mis amigos estaban presos, everybody rock your body. I felt so lonely back then, como Gilbert Violeta cuando lo invitaban al Club Nacional y no tenía con quién conversar.
I must confess que las cosas andan very bad for me lately: nadie me llama, nadie me escribe, nadie me nada. Pero hace poco me enteré que un peruano había ganado un Pulitzer y me alegré, di tres saltitos porque me sentí identificado: we are from the same shithole, pero despite that llegamos a la cima del cielo, donde existe un silencio total. So, I went to the Washington Post a saludarlo y mostrarle mi solución a la Venezuelan crisis para que me haga un profile, pero en la puerta unos watchman insolentes me pararon y no me dejaron entrar, Jeff Bezos is my friend, igualado, y cuando grité que I had a solution for the Venezuelan crisis and it’s all about property rights me cayó una inmensa bolsa con pichi en la cabeza, fuera gordo vendehumo. A peruvian. Definitely a peruvian. That’s why I hate them.
Anyway, solo me quedaba volver a ese lugar que tanto odio pero donde me tratan con el respeto que nadie más me tiene.
Pero no sabía cuándo ir. La última vez que fui quedé heartbroken, I already told you: Keiko estaba presa, Alan en la embajada, my Peter Paul was deeply traumatized and everytime he answered the phone he thought he was being recorded, E-e-esto-es-un- tra-tram-pa, y colgaba.
Mi único amigo en libertad era my socialdemocratic prince, Alfredo Barnechea.
But Alfredo despised me desde la última campaña. He thought it was all my fault, aunque yo siempre le decía “Alfredo, my dear, el Perú no es para nosotros. ¿Tú te imaginas caminar por los mercados, mirar la gente pobre, tomar un caldo de cabeza de cordero? We can’t, Alfredo, we can’t. The Presidency is not for us”, pero Alfredo es medio mula. Se mandó without my consent y pasó lo que tenía que pasar.
Poco a poco nos fuimos reconciliando. Primero un audio de Whatsapp. Después la foto de un tamal de pollo junto a un papelito que decía “Lunch with FT”. Al final, un meme de Vargas Llosa. Cuando nos reencontramos hicimos juntos un cosplay de Evangelion. Yo era Asuka y llegaba al Perú desde Europa para salvarlo del Ángel de la Informalidad con mi Eva-Derechos-de-Propiedad. Besides, Asuka es cosmopolita and she speaks German mixed with Japanese and I really feel we’re on the same page. Alfredo en cambio era Shinji Ikari y se puso igualito a cuando perdió la elección, solo y deprimido en un rincón de su biblioteca preguntándose por qué yo por qué me tocó este Eva por qué tengo que viajar a Puno por qué por qué por qué. Sabíamos que nos faltaba Rei pero no teníamos a quién llamar, aunque por el peinado pensamos en Mercedes Cabanillas. Anyway, we were friends again.
Cuando en marzo cambiaron de Primer Ministro, me dije “this is my time, I must go back”. Junté mis millas y empaqué todos mis chalecos Patagonia. “Que vuelva Yoshiyama, que vuelva Yoshiyama” me decía a mí mismo mientras cruzaba los deditos de los pies. Pero no, darling, pusieron a Salvador Alejandro Jorge del Solar Labarthe, que es regio hasta en el nombre. El año pasado estuvo aquí y apenas me enteré tomé mi Megabus hacia Boston y fui gateando hasta Cambridge para verlo. Llegué a la puerta de su casa para hacerle guardia y empecé a preparar mi discurso, O Savior my Savior, my fearful trip is done, yo solo pasaba por acá for a lecture at Kennedy School, pero escuché que quieres ser Presidente del Perú so here I am, forget about Vargas Llosa. Justo cuando empezaba a acomodarme mi Patagonia apareció O Savior en su puerta. Me reconoció. Vi cómo se formaba su sonrisa de galán del tercer mundo y se acercó corriendo hacia mí, I did it, me dije, I finally did it. Me dio un abrazo tan fuerte que me sacó el aire y no podía hablar, y como O Savior es tan dueño del escenario empezó a hablar y a responderse solo, qué haces por acá, maestro, me alegra verte, en el DRCLAS siempre hablo de ti, ven que te presento a mis amigos. Yo estaba sonrosado, por fin tenía el trato que merezco, pero cuando abrió la puerta me palmeó los hombros y gritó:
-Muchachos, les presento a mi maestro: Alberto Ísola.
Me volvió el aire a los pulmones.
-¡Hijo de puta!
Me fui llorando sin voltear. I hated him. Corrí al terminal y tomé el primer Peter Pan que encontré, jurando venganza.
However, perdoné a O Savior apenas me enteré de su designación. As I said, ya había juntado mis millas y empacado todos mis chalecos Patagonia, cuando de repente alguien me llamó.
-Yes?
-Gordo, soy yo.
-Who’s this?
-Alfredo Barnechea.
-Alfred, my prince! Guess what, I’m going to Peru. Estoy justo por tomar el Metro because I’m penniless.
-Por eso te llamo, gordo. No vengas.
-What? Why?
-La cosa está jodida, gordo. Si vienes te van a dar prisión preventiva.
-¿A mí? ¿Pero yo que hecho? I’m not even peruvian!
-Yo sé, gordo, yo sé, pero eres presa fácil. Acá la gente cae por comer feijoada con Barata. Tú en cambio has montado camello con dictadores africanos acusados de genocidio. ¿Me entiendes? Nadie va a creer que eres inocente.
-Alfred, please! Stop that bullshit.
-Todo se ha puesto horrible acá, gordo, de verdad. Gonzáles Posada tiene sus fuentes y dice que mañana van a apresar hasta a Lourdes Flores por asociación ilícita para perder.
-But Alfred, I can’t lose my plane! Lo he comprado con mis últimas millas y ya no tengo más millas porque nadie me invita a nada anymore. Estoy a punto de viajar en Spirit. Ugh, my breath…
-Gordo, escúchame…
-Grrjj, grrjj…
-Gordo, por favor, relájate. Respira. Inhala. Exhala.
-Grrjj, grrjj…
-Gordo, escúchame: no cometas el mismo que error que Alan en noviembre. Yo lo llamé a Madrid y le dije, “Gran Jefe, no vengas, por favor, Gonzáles Posada dice que te van a meter preso” y él se cagó de la risa y vino, porque se creía invencible. Y ya ves qué pasó: terminó en la Embajada de Uruguay comiendo canchita todo el día y mirando en loop el video donde pateaban a Alva Castro.
-But, Alfred… do you really think…?
-Sí, gordo, por favor. Deja que todo se calme un poco hasta abril, en que todo estará normal de vuelta. Si quieres te saco una entrevista con Caretas. Como ya van a quebrar, necesitan cualquier cosa.
-I got you, Alfred. I got you. Well… thanks for everything. I have to unpack.
-Bien, gordo, bien. Yo te aviso cualquier cosa.
-Sorry, Alfred, one last question.
-Dime, gordo.
-Estás hablando con Alan, Gonzáles Posada te pasa datos… ¿Por qué estás tan cercano al APRA? ¿Tú no eras de Acción Popular?
-Tururú. Tururú.
-Alfred?
-Bzzzz prrrrr bzzzz.
-Alfred, I know you are there.
-Telefónica del Perú le informa que el número que usted ha marcado no existe.
-Alfred, don’t be an asshole. ¡Tú me has llamado! Alfred, don’t hang on me! Alfred!
Tears. I went upstairs y saqué todo lo que tenía en mi maleta. Compré 14 kilos de Häagen-Dazs sabor Midnight Cookies y me la pasé en mi cama cuatro meses. Desde allí vi cómo nada en el Perú volvía a la normalidad: cómo el fujimorismo tambaleaba, cómo Alan se suicidaba, cómo Alfred, my Alfred, se apristizaba. Vi que Vizcarra and O Savior duraban en Palacio más de lo que imaginé, que Keiko duraba en la cárcel más de lo que imaginé, que mi entrevista a Caretas fue más irrelevante de lo que imaginé.
Y así hubiese vivido por siempre, comiendo vietnamese from GrubHub y escuchando a Billie Eilish all day long, thinking about how I lost everything.
But then, on July 28, Martín Vizcarra propuso el adelanto de elecciones para el próximo año. Salté de la cama, I had elections in front of me again! It was my chance. Que todo en el Perú esté al revés solo podía significar una cosa: que esta vez yo podía ganar.
Debía ir. Debía volver a ese lugar que tanto odio pero donde me tratan con el respeto que nadie más me tiene.
Volví a empacar. Mis chalecos Patagonia que seguían en el piso desde marzo los puse de vuelta. Pedí un último GrubHub de Pho con Bahn Mi. Then I heard about the peruvian guy I told you about, the Pulitzer one. I took it as a revelation. I went after him. He threw me bolsa con pichi and called me gordo vendehumo. I hated him. I went to LaGuardia to board my Spirit flight. They made me pay extra for my luggage. I had no money. I cried. I boarded.
I was back.
There was a time when Peruvians waited for me at the airport, llevaban sus carteles que decían “Ernando, salbanos” y hasta los Presidentes me cargaban las maletas, “Hernando, necesito tu ayuda para un discurso ante la OEA, ¿te sirvo más sake?”. Pero ahora, nothing of that. Tuve que cargar yo solo mi maleta y en la puerta fui atacado por una manada de taxistas, a dónde va, señor, 60 soles a Miraflores, ¿usted no es Alberto Andrade? I was about to set them all on fire when una mano me jaló a un costado y me dijo “Yo lo llevaré, señor Hernando”. Miró a la manada y empezó a gritarles con furia, ¡Él es mío, carajo! ¡él es mío!, y me quitó la maleta: yo se la cargo, señor Hernando. Ponga su laptop en mi espalda, señor Hernando. Deme su bolsa de Doritos que también se la llevo, señor Hernando.
I was relieved. Finally, el trato que merezco. Debe ser el edecán de O Savior, me dije. Se quiere reconciliar conmigo. He knows he needs me.
El muchacho me llevó a su auto y me abrió la puerta trasera, suba señor Hernando. Adentro estaban mis Doritos y un chilcano que había preparado para mí. Si quiere le canto un valsecito, señor Hernando.
-You are so nice, edecán –le dije-. Are we going to Palacio directly? Or maybe O Savior quiere almorzar en el Manhattan.
El muchacho volteó.
-Soy Víctor Andrés Ponce, Señor Hernando.
I fainted.
-Este gobierno es totalitario, señor Hernando. Me han castigado por ser incómodo al poder, señor Hernando. Agarramos todo Faucett, señor Hernando.
-Please, Big Hands, let me go.
-Si lo dejo aquí le quitarán sus derechos de propiedad, señor Hernando.
I was barely kidnapped. Siempre le había huído a este muchachito que always wanted to do things with me. ¿No quiere que le haga una entrevista sobre el Estado Islámico y los derechos de propiedad, señor Hernando?, I’m sorry, Big Hands, I have a special appointment with Dean Baquet to talk about it, le daré a él la primicia, Pero no hay ninguna primicia, señor Hernando, usted siempre habla la misma huev… No, disculpe, señor Hernando. Tiene razón, señor Hernando. Perdón por mirarlo a los ojos, señor Hernando.
-Excuse me, Big Hands, is that Miguel Dasso?
-Sí, señor Hernando. Pero estamos yendo a El Montonero para hacerle un video. Cierre la puerta, señor Hernando, que estamos en movimiento. ¡No se lance así a la vereda, señor Hernando! ¡Su maleta, señor Hernando, su maleta!
I was full of bruises for almost a week, thanks to Big Hands, pero utilicé ese tiempo para pensar qué decir ante las cámaras. I became aware that my usual discourse about property rights was falling on deaf ears, which is astonishing because it’s really regio and inclusivo. I thought, looking at my bruises, que quizá por eso ya nadie me invita a nada. I realized, crying, that I was predictable.
I was thinking that, maybe, I could change my discourse a little bit. You know, just for Peru, porque aquí los medios difunden cualquier asnada que a uno se le ocurre, thank God.
I was thinking in something disruptive, something stunning, something like…
-Roque, are you there?
-Sí, Hernando.
-Could you pass me the Aseptil Rojo, please?
-Claro. Toma.
-Roque, honey, can I ask you something?
-Claro, Hernando.
-¿Qué opinas de Antauro Humala?
-Es cholo y feo.
-Besides that.
-Es terruco y está preso.
-Si yo propusiese en público que conversen, ¿dirías que no?
-No.
-Why?
-Porque no va a ocurrir, Hernando. Es como proponer que la tierra gire para el otro lado o que Lourdes sea Presidenta. ¿Me opondría? No. ¿Por qué? Porque no va a ocurrir.
-That’s a good point, Roque. That’s why I like you.
-Muy bien, Hernando. Más bien, ¿no crees que ya deberías ir a tu hotel? Yo te estimo y todo, pero llevas una semana en mi sillón y empiezo a pensar que te quieres quedar acá todo el viaje.
-Oh, of course, Roque, of course. Sorry for the inconvenience.
Con my main thesis ya lista, intenté conseguirme entrevistas a mí mismo. It was really awkward. Antes era my Press Secretary quien me conseguía entrevistas en todo el mundo, Mister Hernando, it’s The Wall Street Journal, Mister Hernando, here’s Der Spiegel, Mister Hernando, it’s Augusto Bresani from Ajá.
But now I’m alone. Tuve que llamar yo mismo a mis amigos.
Nadie me contestaba.
I was surprised.
Maybe they don’t answer American numbers. Maybe they didn’t save my number! Ah, Peruvians. Always suspicious.
But the next morning, cuando Roque sacó a pasear a su poodle llamado Gálvez, tomé su celular y llamé a mis amigos de vuelta, maybe they will answer a Peruvian phone number. Pensé primero en RPP. Llamé a Monsieur Abélard, que sí sabe cantar y es the most powerful man in the country, tan poderoso que nunca ha aparecido en la Encuesta del Poder y aunque es silencioso y sanmarquino es un regio. Me contestó con sueño, ah, eras tú, Hernando, pero lo animé, Abélard, wake up, ya son las 7 de la mañana, se te va a caer Ampliación, te llamo porque I have an offer you can’t refuse. Le dije que iría a RPP a darles mi primicia, you were always on my mind, Abélard, pero siempre y cuando me den toda la hora para tomar chupe de camarones con Raúl Vargas, it will be amazing, Abélard, we will break the internet. Pero se quedó en silencio, no te duermas, Abélard, y cuando despertó me dijo que podía darme quince minutos junto a Velásquez Quesquén y Yohnny Lescano para discutir la reforma de la ley de pensiones.
-Oh, Abélard, you must be asleep. I´m Hernando de Soto! Do you remember me? I can’t share the table with a guy known as Sipán and another guy named Yohnny. Abélard? Hello? You see? You are snoring! Just what I supposed. But that’s ok, I’ll call you again in the afternoon. Sweet dreams!
Then I called Canal N and nothing, El Comercio y nada, nadie me volvió a contestar. I was surprised again. What’s wrong? En la tarde, le pedí a Roque que llamase a Abélard de mi parte, pero me dijo que lo habían internado de emergencia, mejor no lo llames, Hernando, dice que se quedó sin cuerdas vocales, que le mandes Whatsapp no más. Pero me ha dejado en azul toda la semana, Roque, hasta me he creado un TikTok para mandarle videos y no me contesta. Yo solo transmito el mensaje, Hernando, más bien, ¿no quieres hablar con Expreso?, tienen unas portadas que…
-¿Expreso, Roque? Seriously? Please, don’t disrespect me. Your couch is very cozy pero no abuses.
Tuve que ir yo mismo a RPP a buscar a Abélard. Lo imaginé entubado, preparando semi-dormido el Ampliación del día siguiente. Pregunté por él a uno los jóvenes sin derechos laborales que pululaban por allí, Excuse me, slave, can I see Monsieur Abélard?, pero me dijo que no estaba, Yo solo hago clickbaits, señor. Can I give you something for him? Maybe you can try to…
-Por supuesto, señor, yo se lo daré al chico que está allá.
-That one? ¿El que parece Petete viejo?
-Sí, señor. Es nuestro Director.
Anyway, saqué un Post-it y le escribí a Abélard mi número junto a un sencillo mensaje, “Está en Lima el analista más influyente del país”, and I left.
A los tres minutos recibí una llamada.
-Yes?
-Buenas tardes. Soy el practicante esclavizado de la producción de RPP. ¿Con Alberto Vergara, por favor?
-Sorry, this is a mistake. My name is Hernando de Soto.
-Ah, perdone. Es que llegó un mensaje con un número y me dijeron que seguro era de él, por lo de influyente. ¿De verdad no está Alberto Vergara por allí?
-You third-world journalist, do you know who you’re talking to?
-¿Con el asistente de Alberto Vergara?
-I’m not Sofía Vergara, asshole! Haven’t you heard about los títulos de propiedad?
-Sí, señor, perdone, justo me acaban de informar quién es usted. En todo caso, ¿no sabe si Alberto Vergara está en Lima?
-¡Hijo de puta!
A los tres días recibí las sentidas disculpas de Monsieur Abélard, lo siento, Hernando, fue un error de nuestro practicante, perdónalo, el chico no había almorzado para poder terminar sus notas sobre Michelle Soifer, en general acá nadie almuerza, más bien, Hernando, te invito a que vayas mañana a Ampliación, sí, Hernando, sin Yohnny ni Sipán, por supuesto, tú solito hablando cojudeces, ¿disculpa?, hablando como otras veces, dije, como otras veces, claro, Hernando, esta es tu casa, sí, mis cuerdas vocales ya están bien, Hernando, ya me las pusieron de vuelta, listo, Hernando, le diré a Carvallo que le mandas saludos en francés, ya, Hernando, cuelga de una vez, por favor, Hernando, un abrazo.
I went to Ampliación the next day and it was incredible, amazing, unbelievable. Sus conductores me aplaudieron en vivo y me cargaron en hombros, no se vaya, señor De Soto, quédese por siempre entre nosotros. Carvallo es tan regio que terminamos degustando quesos en vivo y hablando de lo regio que era Haussmann junto a Josefina Townsend, que estaba un poco rara porque cada que le decía “Josefina” me corregía, no me llamo así señor De Soto.
But after that, nothing happened. I was deeply surprised. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué nadie me llamaba? Las elecciones son en siete meses y nadie me busca, this must be a sabotage. Mis amigos en la cárcel no me querían recibir. Keiko fue muy cortante conmigo, hablamos cuando salga, Hernando, o sea, nunca. Y Alfredo Barnechea, mi único amigo en libertad, tampoco me contestaba las llamadas. Abrí mi Snapchat para mandarle una carita pero me había bloqueado. Alfred, my Alfred, me había bloqueado de todas sus redes. I was worried. Seguro un aprista lo asaltó, pensé, seguro Vitocho lo hackeó.
Él era lo único que me quedaba. Sin él, el 2020 no significa nada.
Me armé de valor.
Le dije a Roque que ya volvía.
Era medianoche.
It didn’t matter.
Fui hasta la casa de Alfredo.
Las luces estaban apagadas, pero desde su cuarto en el segundo piso salía un ruido extraño, pum-pum-PUM-pum, pum-pum-PUM-pum.
Debe estar despierto, I thought.
Toqué su puerta.
-Toc, toc.
Sorry:
-Knock, knock.
Silence.
-Knock, knock.
Nobody.
-Knock knock knock knock. Alfred, my dear? Is anybody home?
Se abrió la ventana de su cuarto.
-Alfred?
En el marco, un hombre con lentes de sol y polera amarilla.
-Alfred!
-Qué.
-Alfred, please! ¿Qué haces allí vestido de conejo? Baja ya que te vas a romper la nuca.
-¿Qué pretendes tú, tocándome a esta hora? Esa actitud la conozco ya.
-You know what I’m looking for, Alfred. I’ve been calling you for weeks.
-Estas no son horas de tocar, a menos que me lo quieras…
-Alfred, don’t say that!
-De Snapchat te borré, de Facebook te borré, de Instagram te borré, ¡de mi vida te borré!
-Ya sé que me borraste, Alfredo, pero deja de cantar y baja. ¿Qué son esas luces detrás tuyo? ¡Y por qué te has rapado!
-No me llamo Alfredo.
-Stop it, Alfred. Deja de mirar ese poste y come here, que tenemos que hablar del 2020.
-Odio tus mensajes cuando dices que tenemos que hablar.
-Could we, Alfred? Please.
-No voy a hablar contigo, Hernando. Te odio. I talked to Michael Reid and he told me you were the worst thing for me, Hernando, the worst. Y te lo digo en inglés porque la cita es textual. Vete.
-Pero, Alfredo, darling, ya habíamos superado esta pelea.
-Tú vienes siempre faltando 15 días y solo para hacer perder a la gente, Hernando. Vete ya. Además, ya tengo mi estrategia para capturar el voto millenial.
-¿Y cuál es?
-Esta. Soy Bad Nechea.
-Alfredo, come on, be serious!
-Mira, Hernando, en el 2016 perdí por ser un viejo aburrido y pitucón, porque de lejos se nota que mi flow es caro, eh, que con nadie me comparo. Pero ahora soy Bad Nechea, el yerno favorito de tu mai.
-Alfredo, darling, así no vas a conectar con la juventud. Listen to me, tengo una propuesta de diálogo regia que te va a encantar. Pienso llevar a Antauro al Maido a discutir contigo, ¿qué te parece?
-Gordo eres bueno, pero te gustan delincuentes.
-La campaña, Alfredo, let’s work on that! El 2016 fue todo muy improvisado, yo llegué muy tarde, pero ahora we can begin tomorrow if you want it.
-Si hay plata, hay campaña; si hay campaña, hay dolor; si postulo, pierdo; si es solito, mejor.
-Do not exclude me, Alfred. Forget all the things I said, forget about la comida de los mercados and the people we dislike. You can travel through Peru one more time, Alfredo darling. I know it’s horrible, but when you become President we won’t leave San Isidro. Just like Peter Paul.
-Ensuciarme la ropa, comer chicharrón; la gente pobre, meses de terror; caldo de cabeza, olor a sudor…
-Alfredo, please, ¡deja ya de cantar! ¿Y qué haces trepándote a ese poste? Te vas a matar.
-¡Gordo, la vida es un ciclo! Y lo que no sirve yo no lo reciclo.
-Lo que quieras Alfredo pero bájate de ese poste por Dios que pareces un mono viejo y me estoy desesperando.
-¡Arranca pa’l carajo! Mi campaña no te necesita.
-Quítate esa capucha amarilla Alfredo my God qué va a decir la gente cómo reemplazas tus Gucci y tus camisas Zegna por esa polera amarilla por dios Alfredo pareces un maracuyá.
-Gordo mejor que tú ahora te…
Y pasó lo que temí: Alfredo se cayó del poste. Su cuerpo rebotó en la vereda y aplastó a una ardilla solitaria. Corrí hacia él y lo vi lying on the floor, unresponsive, su polera amarilla llena de tierra y sus lentes rojos partidos a la mitad, sus orejitas de conejo tapando sus ojitos de Virrey, las pistas que cantaba sonaban a lo lejos, la forma en qué me miras, las canciones de Shakira, ya nada es como antes.
-Alfredo, despierta, por favor, no te vayas a morir que eres mi único amigo en libertad. Alfredo, my baby, wake up!
Su ojito derecho se abrió lentamente, sus lentes rojos volvían a brillar.
-No me vuelvas a decir bebé.
-What? Why?
-Yo no soy tuyo ni de nadie, yo soy solo de mí.
-Alfredo, please, take a deep breath. Te has caído 5 metros. Si no fuese por esa pobre ardilla que aplastaste ya estarías muerto.
-Lo nuestro ya se murió. Lo siento si te dolió.
-Por favor, Alfredo, no te pares. Aún tienes sangre en tu oreja de conejo.
-No fui yo quien decidió. Fuiste tú quién lo jodió.
-Deja de culparme, Alfredo, please. ¿Acaso yo te di el chicharrón? Cuando llegué ya estabas deprimido y comiendo choclo para enmendarte.
-No me rompiste el corazón, yo ya lo tenía roto.
-You see?
-Por eso ni te amo ni te odio. Gordo yo no hablaré en tu velorio-ooo.
-Tu cadera, Alfredo. Vamos a la clínica y luego hablamos sobre el 2020. We are meant to be together.
-Gordo, no te pertenezco. Hoy me voy pa’l APRA a ver qué pesco.
-Think about the future, Alfredo, forget about the past.
-¡Gordo, tú eres un atraso! Pon lo que quiera’ de Antauro que nadie te va a hacer caso.
-No te levantes aún, Alfredo, agárrate de mí que te vas a caer. Mira cómo quedó esa ardilla.
-Echa pa’allá, no me eches el brazo. Y no me vuelvas a decir bebé.
-Basta, Alfredo. Acabo de poner el Shazam y ya sé qué me estás cantando.
-Ya tú lo sabes que yo no estoy ni un poquito pa’ ti.
-Voy a ignorar tus cánticos y hablar de una vez, Alfredo. Este es nuestro momento. La prensa me ha empezado a llamar.
-A ti nadie te llamó, arranca pa’l carajo. Contigo mi candidatura se va para abajo.
-Los títulos de propiedad, Alfredo, that’s the thing. Lo juntamos con minería y cambio climático y ya está. Yo sé que hace 29 años no gano nada, Alfredo, pero llegó la hora de los property rights.
-¿“Hora” de qué, cojone’? Eso fue ayer (Prrr ¡Uh!). Sorry, te tocó peldel.
-Eres un malagradecido, Alfredo. No hablas conmigo y si me muero mañana tampoco me harías un discurso.
-Me vio en el APRA y se moldió. Dime gordo qué te dio.
-Alfredo, please, hazme caso.
-Contigo yo no vuelvo ni pa’ Dios.
-Enough, Alfredo, I quit. Quédate solo si quieres.
-Eso quiero, gordo. Lo mejor es que nos separemos.
-You and me, Alfred, we used to be together, everyday together. Always.
-Tú siempre haces perder a todos y yo no puedo perder una vez más, Hernando. Odio las elecciones, odio hacer campaña, odio viajar, ¿me entiendes?
-I really feel that I’m losing my best friend. I can’t believe this could be the end.
-No sé qué hay después de la avenida Brasil, Chosica me da soroche, tuve seis meses de tifoidea por comer en la calle. Para mí es ahora o nunca, Hernando. Mi cuerpo no resistiría otra campaña. Y tiene que ser sin ti.
-It looks as though you’re letting go. And if it’s real, well, I don’t want to know.
-Ojalá las elecciones fuesen como la Encuesta del Poder, Hernando, ojalá votasen solo 257 personas por internet. Pero no es así. Voy a tener que ir hasta Yuncaypata para comer choclo de nuevo. Y todo eso vestido de conejo (¡eh!).
-Basta, Alfredo. Don’t speak. I know what you’re thinking.
-Entiéndeme, gordo.
-I don’t need your reasons. Don’t tell me cause it hurts.
-Gordo, toma, te estoy dando el número de Julio Guzmán. A él también le gusta cantar…
-Hush, hush, darling.
-Mira, la ardilla aún respira…
-Hush, hush, darling.
-No llores, gordo.
-Hush, hush…
-Me voy a meter a mi casa porque me rompí la cadera en la caída.
-…don’t tell me cause it hurts.
-Adiós, Hernando.
Alfred, my former Alfred, entró a su casa arrastrándose.
Cesó la música de su cuarto. Las luces de su casa se apagaron. La ardilla dejó de respirar. The party’s over. Silencio, Hernando, no llores. Quiet when I’m coming home and I’m my own.
Quedé solo, como antes, como siempre. Ya ni siquiera en el Perú me respetan. I’ve lost everything. My life has no meaning. Even Serenazgo me bota, señor, circule por favor, y llévese esa ardilla.
-Yes. I’m leaving.
Camino sin entender what happened, ¿qué hice mal? Once upon a time I dressed so fine y ahora tengo que convocar a los presos a dialogar, tengo que buscar candidatos en lugar de ellos a mí, tengo que mendigar por treinta minutos de atención. What happened to me? I still don’t get it. Camino sin rumbo, meaningless, penniless. Veo mi reflejo en una ventana: mis ojeras, mi casaca roída, la ardilla muerta, now you don’t talk so loud, now you don’t seem so proud. Nunca debí venir. Pero tampoco podía quedarme. Simplemente no tengo dónde estar. This feels horrible, you know? To be on your own. Like a complete unknown. Like a rolling stone.